Techotiba, 33 años de resistencia y esperanza.

CARNAVAL POPULAR POR LA VIDA DE BRITALIA – TECHOTIBA, 33 AÑOS DE RESISTENCIA Y ESPERANZA

 

Desfile de comparsas saliendo del Portal Resistencia

El pasado domingo 31 de octubre de 2021, se llevó a cabo la XXXIII versión del Carnaval Popular por la Vida del barrio Britalia, en el territorio ancestral de Techotiba, un territorio que al igual que América Latina tiene una historia milenaria.  Los hallazgos arqueológicos en la Sabana de Bogotá en 1973, en la Hacienda del Tequendama en 1990, en la Hacienda Aguazuque del Municipio de Soacha y en el sector Las Delicias de la localidad de Kennedy, son testimonio de los ancestrales dueños de estas tierras.

Ciudad Techo pasó a llamarse Ciudad Kennedy en Homenaje a John F. Kennedy, tras su asesinato en Dallas, Texas en noviembre de 1963. La comunidad conmovida realizó una Misa y propuso que se cambiara el nombre inicial por el Presidente asesinado y este nombre fue ratificado por Acuerdo de la Ciudad en 1967, lo cierto, es que muchos de sus habitantes en el presente, trabajan a través del arte y la cultura por recuperar y restablecer las memorias de lo que era este territorio.

El carnaval popular por la vida de Britalia fue convocado y organizado, por el Centro de Promoción y Cultura de Britalia, el Colectivo Cultural Muequeta, EntreRedes y la agrupación de danza andina Oro Verde. Evento proceso que desde hace treinta tres años se celebra al suroccidente de la ciudad.

El Carnaval siempre ha sido una expresión de protesta e inconformismo, ante las profundas desigualdades sociales, económicas y políticas, por esta razón se inició como una protesta en 1988 contra el basurero de Gibraltar, ubicado en límites de las localidades de Kennedy y Bosa. Esto, debido al olvido de la clase dirigente de los barrios populares de la ciudad, que por aquellos días cumplía los 450 años de haber sido fundada por los barbaros españoles. Hacia 1990 por cuenta de la denominada limpieza social, el Carnaval denuncio los atropellos y la violencia contra los jóvenes, momento desde el cual ha sido una permanente reivindicación del derecho a la vida.

Pero la resistencia, no solo se ha enmarcado a la denuncia de las injusticias sociales, también ha sido un profundo proceso de reflexión y búsquedas de nuestras raíces ancestrales, como lo sucedido en el Carnaval en 1992, que se denominó “América Miles de Años”, en una clara oposición a celebrar los quinientos años del descubrimiento de América de aquel entonces, y que inicio un bonito proceso de resignificación y reivindicación de los pueblos que habitan estos territorios, antes de la llegada de los europeos y la vigencia de sus conocimientos en torno a la armonía del hombre, la naturaleza y el pensamiento comunitario.

Grupo de Danza Andina “Oro Verde”

Celebrar la vida, es la esencia del Carnaval, pues no solo se limita a denunciar y a protestar, sino también a emular las acciones de vida y de organización social, que se dan en el seno de las barriadas populares, manifestadas en las expresiones de los niños y niñas, en la creatividad de los jóvenes, la dignidad de las mujeres y las experiencias de los mayores. Este evento ha sido el escenario de lanzamiento de muchas y diversas expresiones artísticas y organizativas, que con sus mensajes de esperanza y de paz con justicia social, propicia un encuentro anual para celebrar la vida.

Es importante resaltar como en estos treinta y tres años de vida del Carnaval, ha hecho aportes valiosos al desarrollo cultural de la ciudad y la localidad, convirtiéndose en un referente importante para otros procesos sociales y culturales. Así mismo, ha impactado e influido en muchas personas, que vieron en el carnaval una oportunidad para sus proyectos de vida individual y colectiva, generando unas relaciones de amistad y fraternidad, por fuera de las lógicas consumistas y del mercado.

Por ello, no queda más que invitarlos a que el próximo año nos acompañen a seguir levantando las banderas de la resistencia y la esperanza, por la construcción de una nueva sociedad, basada en la justicia social y en la resignificación del legado cultural de los pueblos ancestrales.

Por Mauricio Castellanos

Mauricio Castellanos es gestor cultural y comunitario de la localidad de Kennedy desde hace mas de treinta años, destacándose como promotor de festivales y acciones comunitarias, así mismo, ha trabajado en la recuperación de la memoria histórica de la localidad de Kennedy. Actualmente hace parte del Colectivo Cultural Muequeta.

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